Esta investigación quiere definir estrategias y herramientas para mejorar los hábitos, conocimientos y la confianza de los ciudadanos para con la Seguridad Alimentaria. La Dra. Alicia Coduras de Opinometre presentó los principales resultados y conclusiones del Barómetro de Seguridad Alimentaria realizado por Opinometre el Octubre de 2015.
La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA) inició en 2008 un proyecto sociológico para conocer hábitos y percepciones de la ciudadanía en materia de seguridad alimentaria. Este estudio es una investigación que pretende recoger datos cualitativos y cuantitativos mediante la técnica de la encuesta. Tiene como objetivo aumentar la experiencia en este ámbito y seguir su evolución por este motivo, se han hecho encuestas en varias oleadas, la última en Octubre de 2015. El análisis de los datos recogidos permitirá la elaboración de conclusiones y pensar estrategias de mejora para la ciudadanía en esta materia.
Después de dos años de espera, la Subdirección General de Seguridad Alimentaria ha vuelto a realizar el Barómetro de Seguridad Alimentaria en Catalunya, un estudio iniciado el año 2011 y que tiene como principales objetivos: estimar los niveles de conocimiento y percepción del riesgo asociado a seguridad alimentaria entre los consumidores catalanes y a su vez, conocer el nivel de confianza respecto distintos productos, canales de comercialización y las actuaciones de las administraciones.
Preguntando a los entrevistados entre cinco situaciones de riesgo personal, verse afectada su salud por la contaminación ambiental, ingerir un alimento que perjudique su salud, padecer una enfermedad grave, resultar herido en un accidente de tráfico y ser víctima de un crimen, se observa como los catalanes ven como más probable el hecho de verse afectada su salud por la contaminación ambiental y como menos probable ser víctima de un crimen.
La percepción de riesgo de ingesta de alimentos que puedan perjudicar la salud es moderada y estable des del año 2012. Aproximadamente, un 28% de la población piensa que tiene una probabilidad alta o muy alta de tener un incidente de este tipo.
El 56,3% de la población considera que encontrar residuos de pesticidas en frutas y verduras es el riesgo alimentario más habitual.
La preocupación sobre riesgos alimentarios derivados de la contaminación por productos químicos es intensa entre los catalanes ya que un 75,2% está muy o bastante preocupado por este tema.
La confianza en el formato de presentación de los alimentos es bastante elevada siendo los productos frescos sin envasar los que obtienen una nota media más alta (7,40 puntos sobre 10), los productos de pastelería son los que tienen una media más alta (7,7 puntos sobre 10) con la confianza en los alimentos según su naturaleza, y por último, los mercados son los establecimientos de venta de productos de alimentación que generan más confianza en los catalanes.
El 86,6% de la población catalana cree que no lavarse las manos es la peor práctica antes de manipular alimentos.
Más de la mitad de la población catalana (60,3%) afirma correctamente que la temperatura adecuada de la nevera es entre 3 y 5 grados. Además, el 58,4% de la población comprueba la temperatura de su nevera y el congelador con regularidad.
El olor (83,2%) es el principal factor para determinar que un alimento ya no esta en buen estado.
Los resultados del barómetro indican que sólo el 3,5% de la población catalana ha padecido una intoxicación alimentaria en los últimos 12 meses, dato que mejora respecto de la estimada en el año 2012.
El barómetro sintetiza la información obtenida en los distintos apartados que lo componen mediante dos índices llamados: índice de confianza en la seguridad alimentaria e índice de hogares seguros. Las notas de ambos son moderadamente buenas: 6,65 y 6,15 puntos sobre 10 y han aumentado entre los años 2012 y 2015 un 5,05% y un 3,89% respectivamente.
La población catalana muestra unos niveles moderadamente optimistas de confianza en la seguridad alimentaria y en las actuaciones de la administración catalana en esta materia, propiciando un elevado porcentaje de aplicación de buenas prácticas el desarrollo de hogares seguros en este apartado.